martes, 10 de julio de 2012

ARQUITECTURA SINGULAR A LA ORILLA DEL MAR




En la playa  de Santa Marina en Ribadesella hay excelentes ejemplos de palacetes de aire modernista o regional, levantados a comienzos del siglo XX por la colonia de veraneantes de las clases altas, que acreditan el papel pionero de Ribadesella en el turismo del norte español junto con Santander y San Sebastián. Los más emblemáticos son el Chalet de la Marquesa de Argüelles, proyectado en 1904 por Juan Álvarez de Mendoza y convertido en hotel en 1963, y Villa Rosario, diseñado por el arquitecto local José Quesada Espulgas en 1914 y también reconvertido hoy en hotel. Un arquitecto notable, Miguel García-Lomas Somoano, proyectó algunos de los mejores chalets de la playa, como los de Miguel Llano, Uría Aza, Pedro Pidal o Ignacio Herrero, mientras que Enrique Pfitz y Juan Miguel de la Guardia diseñaron respectivamente el Chalet Verde y el palacete de Piñán, hoy albergue juvenil.


Por otro lado los indianos, los emigrantes que volvían enriquecidos, también se construyeron mansiones de cierto aire tropical que conviven con los de aire modernista o regionalista. En definitiva un barrio apacible al lado mismo del mar que ofrece una rica muestra de arquitectura singular que se mantiene a pesar de las presiones del boom inmobiliario costero de hace unas decadas, en las que la piqueta se convertía en triste protagonista que se llevó por delante tanta historia y refinamiento.





















fotos Eugenio Mateo

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