viernes, 25 de marzo de 2011

ANTON CASTRO. PRESENTACION DE SU LIBRO " EL PASEO EN BICICLETA"

Este viernes, 25 de marzo, ha tenido lugar en el Teatro Principal la presentación del nuevo libro "El paseo en bicicleta" del escritor y periodista ANTON CASTRO.
En este poemario, editado por Olifante, el prolífico Antón nos trae unos deliciosos poemas relatos inspirados en sus paseos en bicicleta desde la que el autor ve y siente la vida con una perspectiva, como una secuencia pedaleada, que le conduce al encuentro de su infancia, a los felices recuerdos, a las impresiones de un viajero sobre dos ruedas, pegado a la tierra, de la que escucha su justa dimensión de ser humano



El escritor Jose Luis Rodriguez abrió el acto glosando el poemario y la personalidad del autor.Sus palabras finales resumen, de manera perfecta, el recorrido que el lector hará con su lectura: es una lástima que el libro sólo tenga 65 páginas. A continuación el también periodista y escritor Miguel Mena, que ha prologado este libro poemario, habló del afecto que siente por Antón Castro y desmenuzó unas intencionadas palabras  recordando él mismo su primera bicicleta, una Orbea roja, y con su ironía habitual comentó que no recordaba haber visto nunca pedalear a Castro, a pesar de haberle visto hacer practicamente de todo en su actividad cultural, profesional y familiar. Pidió para su amigo el reconocimiento de la ciudad y nombrarlo de una vez, Hijo Predilecto de Zaragoza.



Para finalizar, Antón Castro nos contó los motivos que le impulsaron para escribir este libro, frutos de la casualidad y de sus encuentros con amigos a bordo de las bicicletas en sus recorridos. Leyó tres poemas de gran belleza, especialmente el dedicado a Ramón Acín. Agradeció la presencia de los numerosos asistentes y firmó ejemplares, entre ellos el mío, con una dedicatoria que le agradezco a su vez.

He seleccionado un poema como buen ejemplo de la intencionalidad de Antón y que os ofrezco:


AVITUALLAMIENTO I


La veo desde lejos, pedaleo,
me levanto del sillín y ya llego.
Ahí campa la higuera, gigantesca
y olorosa, con sus moradas brevas.
Alargo la mano y cojo una, dos,
tres, o tal vez más de media docena.
Bajo la fronda, me vuelvo goloso
y encuentro descanso y refugio.
La sombra es ideal: me reanimo.
Envolvente, un paraguas de ramaje
me cubre y alivia mi respiración.
Se me escabulle la miel de las higas
por las manos y dentro de la boca.
Tras la cuesta, se está bien aquí.
La bicicleta brilla en la penumbra.




texto y fotos Eugenio Mateo
poema de Antón Castro.
 25.03.2011

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