domingo, 7 de noviembre de 2010

PATRICE Y FRANCOISE BERTHON. Bartosin, la república remota






  Fuimos invitados por Patrice y Francoise Berthon a comer en su recóndita casa, sita en ninguna parte conocida, llamada Bartosín. Hemos de reconocer que su invitación nos abrió una espiral de expectativa, porque el hecho de estar en el pequeño círculo de los conocedores del secreto nos satisfizo sobremanera a la vez que nos honraba, pues el matrimonio Berthon no es amigo de las amistades multitudinarias. 
  Patrice y su esposa son dos enamorados de la Naturaleza sin adornos; gustan de lo auténtico que todavía se esconde en nuestros montes y bosques del prepirineo; saborean la contemplación del vuelo de los buitres o cómo maduran los madroños. Compartimos ese amor por los recovecos del bosque de quejicos, de ahí ésa simpatía mutua que ha surgido espontánea y franca. Ellos viajan varias veces al año desde París para venirse a habitar su pequeña cabaña de piedra, sólida y ancestral, renunciando a las comodidades que en la Gran Babel disfrutan. El es doctor en filosofía y literatura por la Sorbona, un prestigioso artista grabador, premiado en toda Europa, un naturalista de mirada afilada para descubrir la parada nupcial de la Mantis Religiosa, un maestro del dibujo en el que los animales cobran vida, un experto navegante en su barco de 13 metros. Un ácrata sin conspiración pero con los ideales ondeando al viento. Un experto cazador enamorado de España. Ella, Francoise, es socióloga en la Sorbona, que la ha becado para preparar una tesis doctoral sobre los usos y costumbres de la caza en España, en la que la ayuda su marido Patrice. El libro está pendiente sólo de traducción al español. Es una magnífico compendio de etnografía, guia de naturaleza, manual de caza, descripción fotográfica, historia y misceláneas locales, arte y dibujo. 300 páginas que ayudan a comprender la manera de vivir de nuestros montañeses.
  Nuestros anfitriones nos mostraron la sencillez en la que viven en Bartosín, espartana, pero rodeados de música, libros, pequeños placeres y paz. Paz tangible, acariciadora, con el tiempo sin reloj que mide amanecer y ocaso. No importa nada más que sentirse parte del paisaje que discurre valle abajo. El retiro con las leyes que imponen las cuatro estaciones. Cuando volvíamos por la pista, giramos la cabeza para verlos, sonrientes, despidiendonos , allí en medio de su pequeña república donde la libertad se agazapa entre el boj y los pinos.

                                                           BENONO.     grabado de Patrice.Berthon
                                                   REVE DE SINGE.  grabado de P. Berthon
                                          SIDERATIÓN .   grabado de P. Berthon

Texto y fotos de Eugenio Mateo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario