miércoles, 19 de mayo de 2010

RINCONES del PREPIRINEO




















El Prepirineo Aragones no tiene la majestuosidad del Pirineo, ni sus cumbres rascan el cielo; pero en sus valles habita el sosiego y todavía podemos encontrar rincones donde el hombre se encuentra en comunión con la naturaleza, como en el entorno del Pantano de la Peña, donde la fauna y la flora dan motivo para la búsqueda del detalle en la autenticidad del paisaje y en los que el tiempo transcurre sin apenas darnos cuenta, como en los lugares donde la magia todavía se refugia en las cosas que ocurren porque sí, sin razones que las justifiquen, sin planos que las delimiten, sin horizontes que las ensalcen.
Santa Maria de la Peña es un pueblecito que parece dormitar, pero nada más lejos, pues guarda una sierra rica y cromática en la que los bosques tapizan sus laderas, donde los caballos pastan libres y donde las alturas son miradores privilegiados de lejanas cumbres. El aire huele diferente, como a aroma de tomillo y espliego. El cielo observa las borrascas que apuntan hacia el norte. La brisa ondula la superficie del agua de un Gállego domado. La vida se remansa. El silencio se hace paz en los espíritus.
texto y fotos de Eugenio Mateo.
2010.











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